¿FELICES FIESTAS O FELIZ NAVIDAD?

Fecha: 2021-12-22
news-banner

¿FELICES FIESTAS O FELIZ NAVIDAD?

Por: Silvio Guerra Morales

Confieso que no se qué ha estado pasando con mucha de nuestra gente. Alguna influencia  negativa, a mi juicio,  proveniente de afuera, tal vez de los Estados Unidos de América,  los ha compelido, para estos tiempos de plena remembranza de nuestra cristiandad, la Natividad de nuestro Señor Jesús, a dar felicitaciones de la siguiente manera: “Felices Fiestas”. 

La semana pasada, vía telefónica, decía a una amiga de hace muchos años y de quien no sabía nada como corolario de nuestra conversaciòn: “Y  no te digo que pases “felices fiestas”, sino que como cristiano te  deseo “¡Una Feliz Navidad¡”. Pude advertir, por breves segundos, un silencio casi sepulcral y la voz de mi interlocutora tan solo se dejó escuchar para lo siguiente:  “Bueno, está bien”.  

Hay muchos lugares, públicos y privados, entre ellos  la casa matriz del Banco Nacional, que luce un anuncio que reza: “Felices Fiestas”.  Ya la Navidad  se está celebrando sin su centro, sin su eje o motor: Jesús. 

La Navidad, que debe recordarnos el nacimiento del niño Jesús, con plena conciencia de que fue hecho hombre, que anduvo en medio de nosotros, que estuvo entre nosotros,  y que murió, muerte de cruz, por causa de nuestros pecados, pero que también resucitó para darnos vida eterna, perdón de los pecados y salvación en Él, ahora parece ser, para no poca gente, una fiesta de fin de año similar a la despedida que hacemos todos los treinta y uno de diciembre de cada año  del “año que ha pasado”. 

Creo que la Natividad de Cristo encierra, ciertamente una gran fiesta, de mucha alegría  para el mundo cristiano y que aún los que se jactan o vanaglorian de no serlo, también la celebran en medio de copas y de exquisitas comidas; pero dicha festividad también lleva un significado que trasciende a toda  alegoría festiva: Dios Padre dándonos a su Unigénito Hijo, Jesús, para que todo aquél que en él cree no se pierda más tenga la vida eterna   (Juan 3:16).  

Hoy más que nunca necesitamos reivindicar para nuestros hogares y nuestras familias, amistades y enemistades, el verdadero significado de la Navidad.  Necesitamos que nuestros niños se feliciten entre ellos diciéndose: ¡Feliz Navidad¡ y  que nuestros padres, maestros, muchachos y muchachas se alegren anunciando, con cada felicitación, que Cristo no está muerto sino que mora en el corazón de cada alma, cada vida que lo profesa y cree con todo fervor en Él como Salvador del Mundo.  

Que el campesino en su humilde morada; el albañil o carpintero en su casa; el profesional en  el remanso de su  morada; el político en medio de la algarabía navideña, cada hombre, cada mujer, todos los niños y los jóvenes, también los acianos, podamos en esta Navidad decir: ¡Gracias Dios por darnos a Cristo, a Jesús!

Ruego para que en esta Natividad del Señor  nos volquemos más a la tolerancia, a la comprensión y ser más solidarios con nuestros pobres  y amantes ejemplares de nuestras familias.

*Este artículo fue publicado por el autor el 23 de diciembre del año 2005. Después de16 años transcurridos tiene vigencia.

DEJA TUS COMENTARIOS