El éxito se construye con sacrificios
Por: Gaspar J. González V.
Comunicador Social
El éxito que logre Panamá para sobreponerse a las dificultades económicas que ha dejado el Covid-19, dependerá del sacrificio de todos los panameños y extranjeros que estamos radicados en este país tan privilegiado.
Sobre este principio lógico, hago memoria de las palabras del presidente Laurentino Cortizo Cohen, cuando en su discurso a la nación con motivo de la entrega del informe del Pacto del Bicentenario “Cerrando Brechas”, alegó que se trata de un pacto que, por su magnitud, demanda el compromiso no solo de los gobiernos, sino también de partidos políticos, universidades, gremios, empresas, sindicatos, iglesias y sociedad organizada.
De esta manera, lo que venga en positivo para Panamá, deberá ser el fruto de una política de Estado altamente identificada con aquellos sectores del país a los que más les interese comprometerse a trabajar por lograr un Panamá próspero a corto plazo.
La recuperación de la economía de Panamá es alentadora. Podemos, si nos lo proponemos, superar las expectativas de crecimiento del producto interno bruto (PIB) que se han pronosticado para el año 2020. El Sindicato de Industriales de Panamá (SIP) estima que para el 2021, el crecimiento económico del Producto Interno Bruto (PIB) del país rondará en 2.6%. Sin embargo, otras estimaciones, más moderadas ubican el crecimiento del país, por el orden del 4.5%. Lo cierto es que a este nivel de recuperación es al que apuesta la mayoría de los panameños, debido a que ya hemos conocido el “caos” que nos dejó la pandemia.
Sin embargo, estas cifras nos pueden animar más si nos referimos a pronunciamientos oficiales como el Instituto Nacional de Estadística y Censo de la Contraloría General de la República (INEC), quien ha informado que entre enero y junio del 2021, el PIB de Panamá alcanzó un crecimiento acumulado de 10.0 % y aquellas cifras no tan variantes ni alejadas de la realidad que nos brindan los organismos internacionales y calificadoras de riesgo, quienes han vaticinado que el PIB de Panamá crecerá entre un 8 % y un 12 % este 2021.
El Pacto del Bicentenario “Cerrando Brechas”, nos ofrece la fotografía de un Panamá al que queremos y debemos ofrecer nuestro mayor grado de sacrificio y entrega para atender en un rígido compromiso de trabajo de equipo conformado por el gobierno, la empresa privada y los propios gobernados (población), aquellas necesidades prioritarias que se lograron identificar en las más de 186 mil propuestas recogidas por la Plataforma Ágora, que dispuso el gobierno para que todos, pudiésemos verter nuestras inquietudes.
Es un inicio, como lo enfatizó el presidente. Pero no debemos dejar la carga entera a las autoridades de gobierno. Este documento ha dejado sentada las bases para desde este preciso momento, iniciemos la fase subsiguiente y enfrentar como país, el reto que se nos presenta. Hay que levantar el país, sin egoísmo y sin envestiduras políticas, puesto que se trata de algo extremadamente serio como lo es la transformación de estas propuestas en una realidad, tal cual lo expresara Paulina Franceschi, a quien le correspondió dar el informe de resultados como Coordinadora Ejecutiva Nacional del Consejo Consultivo del Pacto del Bicentenario.
Para aquellos miembros de la sociedad panameña que se atrevieron a aportar sus sugerencias en los temas de su especialidad, mi más sincero agradecimiento porque una sociedad organizada es la que nos abre el paso para poder construir el país que tanto anhelamos tener para legar a nuestras presentes y futuras generaciones.
Panamá, al que se considera como uno de los países más privilegiado de la región, se ha enfrentado con agallas a la lucha contra el Covid-19, y ya en la fase post pandemia, le ha demostrado al mundo que tenemos viva la llama de la solidaridad con nuestros países vecinos y con quienes nos visitan por diferentes motivos, al proporcionar las dosis de vacunas sin distingo alguno, como un país sabio que ha tomado las mejores decisiones y en defensa de los principios de los Derechos Humanos sobre la cual se hizo la previsión necesaria para el control de la crisis pandémica según las indicaciones del Ministerio de Salud.
Y hay que hablar en positivo porque de poco o nada, nos beneficia el hablar sobre las vivencias negativas. El contratar con suficientes vacunas para toda su población ya es una ganancia que pocos países en América Latina la han tenido. Este es un reconocimiento que también se nos ha hecho a nivel global, como un país que ha manejado desde el principio de la pandemia, un plan de alivio social con alta responsabilidad.
Este es el sacrificio que debemos apoyar para que nos dé como resultado, la efectividad en la continuidad del plan que nos presentan las autoridades porque se avecina la llegada de la nueva modalidad del virus identificado como la nueva variante SARS-CoV-2 “Ómicron”, de orígenes en Sudáfrica y caracterizada por poseer la más fuerte de las mutaciones descubiertas a la fecha y que ya ha disparado todas las alertas a escala mundial, y que Panamá por ser un país atractivo para quienes practican la migración irregular, desde países del Caribe y África, se debe blindar en todos sus frentes de combate contra este enemigo ante la llegada inminente de la nueva mutación conservando en todo momento, los valores de solidaridad y el respeto por los derechos humanos.
Por ello, ante el ejemplo proporcionado con la entrega del informe de resultados del Pacto del Bicentenario “Cerrando Brechas”, es que debemos redoblar los esfuerzos mediante el seguimiento de aquellos puntos que se plasmaron en el documento y con base en el diálogo abierto para saber enfocar la ruta que debemos tomar para “alcanzar por fin la victoria”.
