Miedo o esperanza el dilema electoral chileno

Fecha: 2021-12-07
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Miedo o esperanza el dilema electoral chileno

Por: Marcos Castillo Pérez

El próximo 19 de diciembre los votantes chilenos deberán decidir entre el ultraderechista, José Antonio Kast que encabezó la votación en primera vuelta con el 27.94% de los votos y el abanderado de la izquierda, Gabriel Boric que obtuvo un cercano 25.69%. Se trata de opciones diametralmente opuestas, Kast representa al sector más conservador de la derecha chilena que añora los tiempos de la dictadura militar de Augusto Pinochet, responsable de  más de 40 mil víctimas, producto de la tortura, abusos, asesinatos y desapariciones forzadas, pero esas atrocidades del régimen del general de derecha son justificadas por sus seguidores y aliados que obvian el tema de los derechos humanos y prefieren hablar el crecimiento económico alcanzado por el país sudamericano bajo el régimen de  mano dura y orden.

Boric por su parte proviene de la izquierda que justamente fue desplazada del poder por Pinochet y los militares chilenos cuando en 1973, derrocaron al presidente socialista electo democráticamente, Salvador Allende, también formaron parte de la izquierda los miles de desaparecidos, asesinados y exiliados por el régimen militar apoyado y sustentado por los Estados Unidos, como lo confirman recientes documentos desclasificados que dan cuenta de cómo la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y los militares estadounidenses apoyaron y auparon el cruento golpe de estado contra Allende.

La polarización política en Chile se ha mantenido por décadas y tras las protestas callejeras que paralizaron el país y pusieron al gobierno del derechista Sebastián Piñera contra la pared se accedió a llamar a un referéndum donde mayoritariamente los chilenos apoyaron la opción de una nueva constitución que reemplazara a la heredada de la dictadura vía una Asamblea Constituyente que fue electa y donde la mayoría la obtuvieron grupos independientes y la izquierda, mientras los sectores más conservadores de derecha se quedaron sin posibilidad de maniobrar para evitar los cambios que exige la sociedad chilena. El balotaje definirá si la mayoría de los chilenos ratifican el camino del cambio o dan un paso a tras y le apuestan a la opción que se inclina por el statu quo. Si efectivamente Chile eligiera al ultraderechista, José Antonio Kast, el camino para la confrontación estaría servido dado que un enfrentamiento con la Asamblea Constituyente seria inevitable, pero si por el contrario la mayoría se inclinara por la opción de la alianza de izquierdas, Gabriel Boric, se estaría ratificando la decisión de seguir el ya iniciado camino del cambio.

La campaña para la segunda vuelta es corta por lo que el tono, los mensajes y las estrategias que despliegue cada una de las coaliciones será fundamental para movilizar a sus seguidores y convencer especialmente a un número significativo del electorado que se han mantenido indeciso o indiferente al devenir político del país. Sin duda Kast el candidato de la derecha y la ultra derecha reforzara su discurso tremendista de miedo y satanización de la izquierda comparando a un eventual gobierno de su contendor con los de Cuba, Nicaragua o Venezuela donde gobierna una izquierda ortodoxa y de inspiración estalinista por supuesto que no harán referencia a la izquierda progresista de Lula en Brasil y Evo Morales en Bolivia que sacaron a millones de personas de la pobreza, elevaron su calidad de vida y mejoraron significativamente la economía de sus respectivos países, tampoco dirán que el gobierno de izquierda del ex guerrillero, José Pepe Mujica se caracterizó por ser el más honesto de la historia de ese país o que el izquierdista, Rafael Correa, desarrollo notablemente infraestructuras y proyectos de desarrollo social que beneficiaron a los sectores más necesitados del país y mantuvo a Ecuador con un crecimiento económico sostenido durante sus tres periodos de gobierno.

Atemorizar al pueblo chileno con el fantasma del comunismo o una izquierda totalitaria quizá no será tan fácil, puesto que ya que a principios de la década de los 70, Chile eligió a Salvador Allende, candidato apoyado por la Unidad Popular una coalición integrada por colectivos comunistas, socialistas y socialdemócratas que lograron convertirlo en el primer gobernante de izquierda elegido democráticamente, luego de tres años de gestión fue derrocado por un golpe militar propiciado por sus adversarios de la derecha, Allende fue sustituido por el General Augusto Pinochet, un militar de orientación fascista que gobernó el país mediante una represiva dictadura que duro cerca de dos décadas. El 19 de diciembre de 2021 en Chile se escribirá otro capítulo de la historia reciente de las democracias latinoamericanas y los electores deberán decidir entre una vuelta al pasado reciente que blandea el fantasma del miedo o el futuro inmediato y su apuesta por el cambio y la esperanza.

El autor es comunicador social. 

 

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