El Nobel de la Paz para un periodismo sin ataduras

Fecha: 2021-10-27
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El Nobel de la Paz para un periodismo sin ataduras

Por: Marcos Castillo Pérez

El máximo galardón que otorgan prestigiosas instituciones suecas y noruegas a personas u organizaciones que hayan llevado a cabo acciones que contribuyan notablemente con la humanidad, fue concedido este año en la categoría de la Paz a los periodistas; María Rezza, fundadora de Rappler, un sitio web filipino de noticias y a Dimitri Muratov, cofundador del periódico ruso Novaya Gazeta.

La primera vez que el premio se le concedió a un periodista fue al alemán Carl von Ossietzky en 1935 por revelar el programa secreto de rearme de su país, Ossietzky fue acusado de revelar secretos militares en sus artículos y encarcelado, pasó tres años en campos de concentración. A pesar de la presión política desde el régimen nazi, el Nobel le fue concedido en1936. Ossietzky murió de tuberculosis en el hospital de la prisión.

Para Rezza y Muratov las cosas tampoco han sido fáciles, la primera ha tenido que enfrentar. hostigamiento, persecuciones y cárcel por parte del gobierno del autocrático presidente filipino, Rodrigo Duterte, debido a las investigaciones periodísticas que ha realizado la comunicadora sobre los abusos de poder y la utilización de las redes sociales para propagar noticias falsas, acosar a los opositores del gobierno y manipular el debate público.

 

En el caso de Muratov su incansable lucha por la libertad de expresión desde su periódico lo ha enfrentado directamente con el poderoso presidente, Vladimir Putin. Sus informes sobre temas como la corrupción gubernamental y las violaciones de derechos humanos en Rusia le han pasado enorme factura; seis periodistas que trabajaban en Novaya Gazeta han sido asesinados o desaparecido en extrañas circunstancias. Sin embargo, Muratov no ha cejado en sus esfuerzos por revelar la verdad.

 

El Nobel de la Paz se les da a personas que; promueven la paz, tratan de evitar las guerras, sirven como mediadores o influyen en las causas pacifistas. A los periodistas no se les asocia con ello, no obstante, enfrentar a los poderosos, arriesgar la vida, sufrir persecución y cárcel por defender la libertad de expresión y los derechos humanos, denunciar el abuso del poder, buscar y divulgar la verdad equivale a trabajar a favor de la paz.

 

La decisión del Comité del Premio Nobel llega en un momento oportuno para reivindicar el periodismo bastante cuestionado hoy día, porque el periodismo puro es rebelde, evita los intereses creados, busca revelar la verdad sin temer las consecuencias. En Panamá quienes se sienten dueños del país, amenazan, silencian, chantajean y censuran.

 

La intimidación, el uso de la influencia y el poder quedan de manifiesto en casos como la querella por supuesta violencia de genero contra el comunicador, Mauricio Valenzuela, instaurado por la diputada Zulay Rodriguez o la revelación de la periodista, Castalia Pascual, sobre el chantaje al que la sometió mientras gobernaba el entonces presidente, Ricardo Martinelli, a semejantes acciones hay que sumarle las frecuentes demandas millonarias contra medios críticos o el caprichoso boicot de la publicidad estatal contra quienes son considerados medios o periodistas adversos. Esto es una muestra de cómo personas inescrupulosas embriagadas de poder actúan con premeditación, alevosía y ventaja para acallar la búsqueda de la verdad. Confió que el mensaje intrínseco del Nobel de la Paz 2021 otorgado a periodistas valientes, sirva de inspiración a comunicadores y medios panameños para mantenerse enfocados en esa búsqueda de la verdad, aunque esto conlleve riesgos como los enfrentados por María Rezza y Dimitri Muratov.

 

El autor es comunicador social.

 

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