El reto de nuestros estudiantes
Por: Luis Enrique Ruiz M.
Periodista
La Pandemia de Covid-19 definitivamente trajo muchos desafíos a toda la sociedad panameña, uno de los más afectados son nuestros estudiantes en todos los niveles del proceso de enseñanza aprendizaje.
Si bien, antes de la pandemia estábamos atrasados en educación, luego de marzo de 2020, la desidia y la irresponsabilidad de todos los involucrados en este proceso, no ha permitido una clara recuperación; como sí lo están logrando otros sectores de nuestra sociedad.
Durante la pandemia, se acentuó el desinterés en darles a nuestros niños y jóvenes los mejores contenidos, esto sumado a las herramientas que no estaban al alcance de todos, lo que abre más las brechas socioeducativas que deben ser cosa del pasado.
Paradójicamente, esas diferencias son las que motivaron este escrito, que busca ponderar el esfuerzo que miles de jóvenes, juntos a sus familiares, realizaron para continuar su educación. Las innumerables historias de chicos y chicas subiendo a árboles o alejadas montañas para captar la señal, son prueba fehaciente que no todo está perdido y que siempre hay forma de alcanzar un mejor futuro.
Pero el acceso al internet, es solo uno de los retos que nuestros estudiantes enfrentaran en muy corto; el primero de ellos es que las herramientas tecnológica, redes sociales y demás, que hoy son parte fundamental en su vida social, ahora también pertenecen a su proceso de enseñanza aprendizaje y su correcto manejo es pieza fundamental en lo que resta de escolaridad y sin duda en su futura vida profesional, lo que hace necesario que vean a estos instrumentos con mayor interés y seriedad.
En los últimos 2 años, los alumnos trabajan en su mayoría de forma virtual, entregando trabajos para cumplir y ganar una nota, más no se sabe a ciencia cierta, si ese conocimiento se queda en su mente; y ese es otro reto, retomar el ritmo de estudios y que esos conocimientos adquiridos se quede con ellos y les sirva para toda su vida.
Los alumnos con capacidades especiales, también son muy afectados; ellos debido a su condición necesitan de un acompañamiento por parte de docentes y otros especialistas, que en estos 2 años fue muy limitado. Esto exigirá un mayor esfuerzo de ellos, sus padres y de todos los involucrados en el desarrollo personal y profesional de estas personas.
Otro reto es el 2022 es que la brecha que dejó la pandemia, influya lo menos posible en su futuro, sobre todo para aquellos jóvenes graduandos de Media, que no solo tendrá deficiencias para ingresar a las Universidades, sino también para acceder a un empleo.
Este último punto, lanza un desafío a otro integrante de esta ecuación, los profesores y maestros que desde ya deben prepararse mejor para transmitir los conocimientos y así descubrir el genio oculto que hay en cada joven.
El educador debe alentar al joven a ser cada día mejor, no competir con sus estudiantes, sino influir en ellos con lo interesante de su materia, animarlos a dar todo, hacer cada día mejor y quitarle el miedo por esa materia.
Hoy 27 de octubre, deseo enviar un mensaje de respeto y motivación para todos los estudiantes de mi Panamá, que a pesar de las dificultades que enfrentan sigan en su lucha por educarse. Especialmente, a aquellos que desde los centros de resocialización y de adolescentes infractores, aprovechan este momento para instruirse en busca de un mejor futuro para ellos, su familia y nuestro país.
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