Antes que sea tarde.
Panamá, domingo 11 de julio de 2021.
Lic. Abel Vergara López – Abogado.
En cualquier país tropical, muchas veces considerado “paraíso fiscal” es posible disfrutar de un retiro en el que los impuestos es la menor preocupación, siempre que goces de buena salud. Cuando los problemas propios de la edad adulta aparecen, surge la necesidad de acudir al médico y aliviar cualquier dolencia, siempre que dispongas de los recursos financieros. Para el ciudadano común y de escasos recursos la realidad es otra y la respuesta a su necesidad de atención, está sujeta a la disponibilidad de médicos especialistas, medicamentos escasos (costosos en farmacias privadas) y hasta encontrar algún donante de órganos para solucionar su emergencia sanitaria. Cuando la entidad a cargo de brindar esa repuesta a la mayoría de la población entra en crisis, no son sólo los cotizantes y aspirantes a un fondo de retiro quienes están en riesgo, sino un numeroso sector popular que en momentos como el actual, valoran aún más la importancia de cuidar la salud y su fuente de ingresos. Ha surgido la recomendación de tomar medidas paramétricas (aumento de edad o aporte de cuotas) para recibir la pensión por jubilación y el tiempo apremia, ya que alguna decisión debe ser tomada y pronto. Los gobernantes se preparan adquiriendo equipo policial utilizado por los organismos a cargo de evitar la alteración del orden público y parece que muy pronto sabremos lo que decida la llamada mesa del diálogo por el rescate de la Caja de Seguro Social.
Con inusual prontitud fueron electas las directivas de las comisiones legislativas de la Asamblea de Diputados, exclusivamente con miembros del partido gobernante, pero más rápido aún los integrantes de los demás partidos que brindaron su apoyo al recién electo mayoritariamente presidente del Órgano Legislativo, le enviaron una carta solicitando el traslado a nuestro país de dos supuestos colegas diputados integrantes del Parlamento Centroamericano, quienes se encuentran esperando su extradición hacia los Estados Unidos de Norteamérica. Recordemos que por ley está prohibido a un Órgano del Estado (Asamblea) intervenir en asuntos de otro Órgano (Cancillería).
El viernes 10 de julio de 1987 hace 34 años atrás, ocurrió una masiva manifestación popular en las calles de la ciudad de Panamá conocida como el Viernes Negro, en la que quienes protestaban pacíficamente portando vestimenta, banderas y pañuelos blancos, marchando hacia una concentración, acabó con un numeroso grupo de personas detenidas, golpeadas y ultrajadas por los miembros de la Fuerza Pública, quienes dirigían el país de facto y tenían el poder que les brindaban las armas desde un 11 de octubre de 1968, en que derrocaron a un presidente electo por votación popular apenas 10 días antes. Hoy vemos como el asesinato de un presidente en una isla caribeña, por un grupo de personas armadas que ingresa a su residencia, deja mucho más preguntas que respuestas, así como diversas teorías conspirativas acerca de los motivos para sacar del poder a quien se preparaba para entregarlo en pocos meses. Lo ocurrido además de representar un hecho de barbarie propio de épocas primitivas de la humanidad, es un llamado de atención a gobernantes para que presten atención a las necesidades de su población, antes que sea demasiado tarde. Como dice el dicho “cuando veas las bardas (la cerca) de tu vecino arder, coloca la tuya en remojo”. Asimismo, hace 11 años para el mes de julio de 2010, se aprobó la llamada “Ley Chorizo” que permitía a los organismos de seguridad pública, reprimir cualquier manifestación pública y fueron brutalmente agredidos miembros de las comarcas indígenas en la provincia de Bocas del Toro.
Un informe del Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público, no pudo determinar de forma concluyente, si lo que se le aplicó a los vacunados clandestinamente, hace unas semanas en un laboratorio ubicado en el ahora popular barrio de Coco del Mar, era o no la vacuna, que sólo el Estado puede proporcionar. Se podría llegar a descartar eventualmente la figura de peculado por la de estafa, cuya penalidad es mucho menor; es decir, con mayor castigo por lucrar con bienes del Estado (vacunas), que aplicar cualquier otra sustancia a una persona. Asimismo, días después y muy cerca de allí, se realiza una reunión en la residencia de un expresidente que declara, preguntado por los medios de comunicación, si acudiría al juicio programado dentro de pocos días, respondiendo que eso era estrategia de sus abogados defensores. Llegado el día y veremos que planean los abogados del Ministerio Público y del Órgano Judicial (fiscales y jueces, respectivamente) junto a los abogados querellantes o defensores de las víctimas. Tendremos de seguro entretenimiento mediático para varios días, en caso de realizarse finalmente el juicio.
Concluye la semana con numerosos eventos del deporte de las multitudes e inicia otra semana, nuevamente con medidas restrictivas a la movilidad nocturna y dominical, para quedarse en casa, en varios distritos y provincias a nivel nacional. Recordemos que la única excusa los domingos para salir en estas poblaciones, es precisamente para acudir a vacunarse: en la vacunación está la solución. Sin embargo, que podamos salir de las restricciones depende de lo que hagamos todos en conjunto y la vacunación es clave para lograrlo. Como dicen, “mejor vacunado, que entubado”.
