Por Julia E. Alvear P. 12 de enero de 2021
Cerca del mediodía de hoy martes, en el barrio de San Miguel, la vida seguía normal en pandemia, muchos en casa cerca del mediodía esperaban los nuevos anuncios de las autoridades por pandemia. No era raro ni sospechoso, ver hombres en las calles, pues por género hoy es su día de salida.
Y es en una de sus calles próximas al edificio conocido como el Bloque, donde un joven delgado conocido por todos, camina por la acera en busca del blanco. Es un sicario y en sus manos un arma de fuego, no distinguen el frío del metal, la adrenalina acelera el corazón del individuo que está a punto de cobrar una vida.
Y así fue..... plac, plac, plac se escuchó..... los gritos escaparon por las ventanas, las madres pensaron en sus hijos, las aves volaron porque en el barrio saben que cuando las balas suenan, estas, no siempre alcanzan el nombre que llevan grabada, y está la posibilidad que alguien puede haber besado el pavimento con el cuerpo frío.
Pero en el barrio donde el zaguán y las veredas se guardan la vida de la gente, sirvieron de escape para que el blanco herido huyera. Se registra una feroz carrera, los vecinos los vieron pasar... el sicario convertido en cazador y a la víctima en presa. El hombre herido identificado como Nicolás Pérez de 28 años alias Nico, literalmente corrió por su vida, y se guareció en el primer a apartamento que encontró en la planta baja. Nico, entró y se escondió tras Taina usándola como escudo. Nunca se imaginó que tras él la sombra de la muerte lo seguía; el asesino lo alcanzó y empezó a disparar no le importó que una inocente recibiera los impactos.
Nadie sabe que sienten los asesinos cuando disparan para acabar con la vida de alguien, pero lo que sí es seguro es que no sienten, culpa ni miedo a ser señalado, porque estos son los soldados del crimen, que puede ver morir gente inocente, su pudor por la vida ajena se perdió en medio de la desgraciada vida que llevan los grupos criminales.
Y en medio del caos que implica ver un hombre herido dentro de tu casa, y otro armado, lo peor estaba por pasar en el apartamento 110, el asesino dispara varias veces, 5 balas impactan el cuerpo de la joven madre, Taina Tovarez de 19 años. El sicario huyó.
Taina es llevada al hospital Santo Tomás, pero fue tarde dejó la vida en la casa donde también estaba su bebé. Taina recibió 5 impactos, todos del lado derecho de su cuerpo, tres de ellos consideradas heridas mortales porque dos proyectiles alcanzaron el costado derecho, la clavícula y un muslo. Esto ubica a la Taina en la escena del crimen que su cuerpo estaba girado hacia la derecha cuando el asesino entró a su vivienda y disparó.
La víctima una muchacha tranquila sin problemas con nadie, es hija de Nilka Dennis, conocida por su historia de superación y su popular frase "Ayúdame Calderón".
El barrio de San Miguel está caliente.... de los pasillos pintados en las paredes figura el nombre Yao Yao, con el cual identifican a la pandilla que pertenece el blanco del sicario, quien tiene antecedentes criminales, sobrevivió y señaló a su agresor.
Pasada la media tarde en el barrio corrió como pólvora, que el autor del crimen resultó ser un menor de 17 años, terminó entregándose, por la presión que ejercieron seis fiscales del Ministerio Público y la Policía Nacional. San Miguel fue tomado, por las autoridades, se cerraron los puntos de entrada y salida. Al sicario no le quedó más remedio que entregarse. Los grupos criminales saben que si el asesino no se entrega rápido, les calientan el área y las acciones de justicia realizadas por atrapar al culpable lo obligaron a entregarse, porque como todo sicario huyó como un cobarde.
Una madre perdió a su hija, una joven perdió la oportunidad de ver crecer a su pequeño, y este pequeño con tan solo unos años de vida le privaron del derecho de recibir el amor de su madre.
Una oración por Taina, una oración para que cese la violencia. ¡ Qué se haga justicia !