Solís expresó que la Contraloría, con cerca de 4 mil funcionarios, desempeña un papel sorprendente en el control y fiscalización de la gestión pública. Además, destacó la estabilidad y trayectoria de los funcionarios que trabajan en la institución.
En relación con los auxilios económicos otorgados por el IFARHU, Solís anunció una auditoría específica, señalando que de los 9,906 beneficiarios durante este gobierno, solo un pequeño porcentaje ha estado envuelto en escándalos. Asimismo, aclaró que la responsabilidad de otorgar estos beneficios recae en un comité evaluador, no en la Contraloría.
El Contralor reafirmó su compromiso de no discriminar a nadie por clase social ni razones políticas, asegurando que ningún estudiante beneficiario debe ser discriminado por su relación familiar. Además, asumió la responsabilidad de no publicar los nombres de los beneficiarios como una decisión administrativa de su gestión.
Solís también enfatizó la importancia de mantener la confidencialidad de la información personal de los ciudadanos y resaltó que su administración ha realizado la mayor cantidad de auditorías, enviando los informes correspondientes a las instancias pertinentes.
Finalmente, el Contralor lamentó que algunas personas estén siendo discriminadas públicamente por razones políticas, destacando que el IFARHU no las discriminó en primer lugar y que estas acciones ocurren en un contexto electoral.
