2022: el verano de Ómicron.
Por: Lic. Abel Vergara López – Abogado.
Ciudad de Panamá, 15 de enero de 2022.
El nuevo año ha llegado cargado de “positivismo”, pero desafortunadamente por el incremento de casos positivos del Coronavirus y su nueva variante, la cual resulta más contagiosa y vulnerable para quienes no tengan la vacuna. Los síntomas son menos severos estando ya vacunado, mientras que las medidas higiénicas conocidas, siguen siendo la mejor arma para evitar ser parte de la estadística. El notorio auge de casos como consecuencia de las celebraciones festivas de fin de año y la movilización masiva hacia diversos y remotos sitios de nuestra geografía, hacen peligrar la ansiada recuperación económica. Todo tipo de evento masivo que implique aglomeraciones, pone en riesgo a la totalidad de la población y por esto el aplazamiento de eventos como torneos deportivos y conciertos musicales. La masiva concurrencia a adquirir vacunación infantil, es la garantía de que podamos lograr la inmunidad colectiva requerida para el reinicio de clases presenciales en el próximo año escolar.
El incremento constante del precio del combustible no ha evitado que la población se traslade de forma masiva a diversos puntos del país y los fines de semana, han sido abarrotados de personas que sin ningún temor se aglomeran creyendo que poseer la vacuna evitará que se contagien. El creciente aumento del número de casos del virus, es la consecuencia del descontrol de algunos, que podría llevar a las autoridades de salud a considerar implementar nuevamente restricciones de movilidad que nos afectan a todos.
Como es tradición, cada año al instalarse un nuevo periodo de sesiones en el Órgano Legislativo, el Órgano Ejecutivo acude a rendir un informe de su gestión el cual, como ocurrió con el monólogo del Contralor, quien acudió sin entregar un informe escrito durante su comparecencia, se convierten éstos en discursos que ya pocos creen, luego de dos años y medio de gobierno. El fracaso del llamado diálogo de la Caja de Seguro Social es una clara señal, que quién ocupe el Palacio de Las Garzas en el próximo periodo presidencial, tendrá que enfrentar la dura realidad producto de la situación financiera consecuencia de la pandemia y peor aún, de la interminable corrupción que ha llegado a niveles de descaro con los altos ingresos de autoridades locales (alcaldes y representantes de corregimiento), mientras que la escasez de ingresos de la mayoría de la población desempleada que apenas sobrevive con un bono o vale digital y sin despertar del letargo, la que aún se pregunta ingenuamente si podremos este año celebrar los populares Carnavales.
Un hecho sin precedentes, ha sido la llegada al Órgano Judicial de sus dos nuevas integrantes, ocasionando que sean ahora mayoría el número de mujeres Magistradas en la Corte Suprema y precisamente con la llegada de una de ellas a dirigir la máxima corporación de justicia, se han abierto a concurso posiciones que anteriormente se obtenían, sólo si tenías algún allegado en la institución. Al menos en esta entidad estatal, parece que las cosas ahora serán diferentes con la implementación de la tan esperada Carrera Judicial. Contrasta desafortunadamente con la intempestiva e inesperada salida de la Decana de la Facultad de Derecho de una prestigiosa universidad privada mientras que, en la región occidental del país, una funcionaria intenta reelegirse indefinidamente y mantenerse en el cargo de rectora en otra universidad.
Las manifestaciones del gremio profesional que ven con gran preocupación la implementación de la factura electrónica por la Dirección General de Ingresos (DGI) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) con las que se pretende imponer la tributación en medio de una difícil situación económica (local y mundial) a actividades profesionales no contempladas en la ley (Constitución de la República), se hacen sentir y contrastan igualmente con los altos ingresos de funcionarios públicos, quienes evitan rendir cuentas de su actuación y son quiénes deben informar en que se utilizan los fondos estatales, que nos pertenecen a todos.
Aunque en los próximos días el gobierno nacional anunciará las medidas para intentar controlar la dispersión del virus, realmente depende de cada uno de nosotros lograrlo, siguiendo todas las recomendaciones que hasta ahora nos han permitido sobrevivir a esta Cuarta Ola, gracias a la vacunación de la mayoría de la población. Luego de casi dos años que están por cumplirse, muchas de las actividades masivas requieren el ciclo completo de vacunación (tres dosis). En sitios cerrados, transporte público, oficinas (con aire acondicionado), restaurantes y supermercados, es indispensable el uso del cubrebocas (mascarilla) de forma correcta. La vida continúa y así como el virus evoluciona, también nos toca a todos evolucionar como especie humana. Como bien lo indica el lema de la campaña de salud: “No bajemos la guardia: el virus lo paras tú”.
