Durante el lanzamiento, Molinar destacó que, aunque el programa no será perfecto y pueden surgir errores debido a la falta de experiencias previas, está diseñado con la mayor ilusión para mejorar la colaboración entre padres y escuelas. "No va a ser perfecto, han pasado muchos años sin hacerlo, van a haber errores porque es una máquina a la que no se le echó aceite, estamos seguros que el otro hecho va a ser muy exitoso, sin embargo, está hecho con la mayor ilusión de que comencemos a revisar desde la casa y la escuela para saber cuánto estamos entregados o cuánto estamos dando a esa misión tan bonita de hacer de cada uno de nuestros jóvenes una mejor persona", expresó Molinar.
La ministra también enfatizó la importancia de realizar una evaluación posterior del programa para garantizar su mejora continua. "Vamos a hacer una evaluación posterior de este ejercicio porque lo que sí tenemos que hacer, que no es negociable, es mejorarlo para las próximas ocasiones", añadió.
Molinar subrayó que la educación de los niños no debe ser vista como una tarea exclusiva de las escuelas, sino como un esfuerzo conjunto entre el hogar y la institución educativa. "La escuela no es un depósito y nuestros hijos no son artefactos, son personas y tienen que formarse y en ese proceso tenemos que estar claros que si la escuela y la casa hablan el mismo idioma nos va mejor", concluyó la ministra.