Allison Mack habla de cómo arruinó su vida luego de haber sido parte de una secta sexual.
La actriz actualmente cumple una condena de 3 años en una prisión en California y habla del por qué se unió a la secta.
Este culto se "adueñaba" de las mujeres y las convertía en esclavas sexuales y las marcaba con las iniciales de Mack y Keith Raniere, quien era el líder del culto y fue condenado a 120 años de prisión.
Mack cuenta que los fundadores tenían la intención de presentarse como una empresa de desarrollo personal ofreciendo programas de éxito ejecutivo y técnicas de superación.
Ella cuenta que se unió a la secta para llenar vacíos y encontrar su alma nuevamente, por lo que le pidió ayuda a Keith para volver a ser una gran actriz.
También cuenta como muchas veces se sintió presionada a abandonar la secta por sus amigos ya que se mostraron preocupados ya que alegaban le habían lavado el cerebro y que estaba enferma.
Muchas veces se preguntó a sí misma si estaba loca, "¿Soy una de esas personas horribles sobre las que lees que hace cosas horribles y piensa que está haciendo cosas para Dios?’. Tuve muchas conversaciones conmigo misma de ese estilo”, aseguró.